miércoles, 5 de diciembre de 2012

Creando y creyendo en la materia oscura
difíciles versículos a cada segundo
veo, en la simplicidad de lo irreverente,
cómo nunca he formado parte de lo real de mi mente imaginativa.

Y he soñado,
tu largo pelo atado por cuerdas ahogando gritos
he crecido en días hipertérmicos a través de escrituras centelleantes.


Más cercana de nuevo al tedio de la llamada realidad, caigo
profundo hueco relleno de soma
pues este es el destino que todos soñáis para las princesas muertas
que esperan en el fuego más abismal.

Esperanza, sello tus delirios con química que cierra mis ojos hasta otro mañana
Esperanza, ese nombre que me dieron sin saber de qué sería detonante
y conservo todos los delirios hijos de la noche, quimeras, ambiciones y anhelos,
para el día próximo, seguir escribiendo, ya para nadie, lo que fue de esta magia.

 
 
 

No hay comentarios: